viernes, 14 de septiembre de 2012

Echale la culpa al triple

Temporada 2012/13
Virgen a los casi 40. Daniel Santiago debutó y se llevó todos los aplausos Xeneizes.
Volvió la Liga Nacional de Básquetbol. La pasión por la naranja despegó en Mar del Plata y aterrizó victoriosa en La Boca. El triunfo se tiñó de azul y oro al superar 70-58 al tricampeón, Peñarol. Boca no vislumbró con su juego, los refuerzos cumplieron con su tarea. La sorprendente incorporación puertorriqueña Daniel Santiago, de 36 años, demostró que puede ser el jefe en la pintura, ya que no dio indicios de desgaste físico, ni mental.

El punto clave estuvo en el lanzamiento de triple en el Milrayitas: Selem Safar, especialista en el rubro, no estuvo para nada fino con el aro; al igual que Leo Gutiérrez y Facundo Campazzo. No hace falta decir que es el primer partido y hay un extenso camino por recorrer, pero esta victoria es un enorme golpe anímico para el equipo del “Che”, que en partidos de pre-temporada mostraba flaquezas en su defensa y ciertas imprecisiones, obvias de un plantel con falta de trabajo, en ataque.

La expectativa jugó en contra de los protagonistas locales, las ansias por llevarse el partido desde el primer cuarto les carcomió las ideas. Se tornaba un partido con transiciones apuradas y muy erráticas. Un goleo bajísimo para estandartes como Peñarol y Boca Juniors.

Néstor García le dio rodaje a Joel Jones Camacho quien, al igual que su compatriota Santiago, arribó hace días al club de La Ribera y no había tenido la oportunidad de sumar minutos, pero eso no fue una traba para mostrar su capacidad atlética y tomar decisiones.

Cabe resaltar que a los jugadores cuando comienzan su carrera de pequeños hay que enseñarles las reglas de juego. Si picás la pelota, cortás el pique y la volvés a picar, te cobrarán doble dribbling. Si cometés una falta anti-deportiva y la repetís, te expulsan del encuentro, eso le paso a De Groat, quien creyó que puede acumular cuántas anti-deportivas desee. Dos son los foules que consumió y fueron necesarios para que se despida anticipadamente del partido.

El Xeneize marcó el paso con danza de sangre caribeña. El club del barrio Materno aceptó bailar, hasta que intentó la hazaña, y al ritmo del carnaval de la "6" pasó al frente del parcial, pero Hopson, Van Lacke y compañía fueron más que la experiencia olímpica marplatense. Bienvenida querida LNB, siempre es un gusto.

                                                                                                     Federico Alberto (@FedeAlbertOK)

martes, 3 de julio de 2012

Emanuel Ginóbili, nuestro eterno Maradona



El Diego del básquet. El bahiense fue elegido dos veces para los NBA All-Star games.

El NBA Emanuel Ginóbili es el mejor jugador de la historia del básquetbol argentino, tal es su nivel que se lo ha llegado a comparar con el Dios del fútbol: Diego Armando Maradona.

La entrega y el sentimiento a la camiseta albiceleste son los exponentes característicos de este alero, pero el punto está en la cancha: los minutos finales, la definición. Así, como Maradona se cargó al Napoli en su “lomo”, Ginóbili realiza lo mismo cuando su equipo presenta dificultades a la hora de cerrar un punto, jugada o hasta partidos.

El furor por “Manu” comenzó durante el Mundial Indianápolis 2002, torneo en el que el bahiense comenzó a demostrar al mundo su don para jugar al básquet mientras sufría una lesión en el tobillo que dificultó su tarea. Sin embargo, su broche de oro fue en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. No obstante, la previa trayectoria a dichos certámenes lo encaminaban a su futuro, ya que poseía títulos en Europa: MVP en Italia; liga europea e italiana y copa italiana. En Argentina fue nombrado el jugador de mayor valor en el Juego de las Promesas de 1997, pero no había tenido la oportunidad de llegar a ser reconocido en cualquier parte del planeta.

Como insignia argentina, el menor de tres hermanos reflejó el fruto del esfuerzo en el arribo al equipo texano San Antonio Spurs, en el que lograría tres anillos de NBA. Hoy el hombre nacido en 1977 es el referente del equipo junto a Tony Parker y Tim Duncan, por lo mencionado anteriormente: entrega, pasión y sentimiento a su labor.

Estar a la altura de Maradona, deportivamente opinando, no es broma. Significa que realizó la tarea de manera excelente, asomando la cabeza por arriba de los demás sin perder humildad y amor por el deporte. A Diego lo identificaba su gambeta corta y facilidad para dejar atrás cuanto adversario quisiese, ya fuera uno, dos o tres hombres que lo marcasen. Por su parte, Ginóbili es símbolo de calidad ante el uno contra uno, su frescura al volcar la pelota entre gigantes como si fuera parte de ellos, manejar los hilos del equipo cuando el reloj aprieta el cuello y las aguas advierten mareas altas.

Eso es Emanuel David Ginóbili, bandera Argentina, una estrella que se agradecerá toda la historia por vestir los colores celeste y blanco, aquel que encestó de palomita en los JJ.OO Atenas 2004 a instantes del final, tomando revancha de la final de Indianápolis contra los serbios. Durante Beijing 2008 fue el escolta del seleccionado dentro de la cancha, pero el abanderado de la delegación en la ceremonia de apertura. Correr el riesgo es su meta. La adrenalina corre por sus venas, llevando básquet hacia todos sus sentidos. ¿Qué más se le puede pedir?


Federico Alberto (@FedeAlbertOK)

miércoles, 27 de junio de 2012

Carlos Delfino: “Ojalá Oberto siga compartiendo y sumando para el equipo”


En busca del segundo oro olímpico. La Generación Dorada concentra para Londres.

Luego de la conferencia de prensa que brindó el plantel del seleccionado argentino de básquet y su director técnico Julio Lamas en el Hotel Panamericano, el santafesino Carlos Delfino conversó con Naranja al aire.

Uno de los temas centrales fue la baja obligada del “pilar dentro y fuera de la cancha”, Fabricio Oberto, así caracterizó el “Lancha” al expivot cordobés. “Lo vamos a extrañar. Ojalá que Fabri pueda estar cerca nuestro, siga compartiendo y sumando para el grupo”, anheló el ayudabase ex Detroit Pistons, quien también cree: “Hay que ser profesionales, seguir trabajando y mirar para adelante”.

Pero en estos momentos el grupo se concentra de cara a los Juegos Olímpicos Londres 2012: “Prometo dejar todo y siempre fuimos muy serios con la entrega”, apuntó el escolta actualmente en Milwaukee Bucks, a tan sólo 30 días del comienzo. “Es un deporte en el que se gana y se pierde, uno va, compite y da lo mejor en la cancha, pero quizás no alcanza. El esfuerzo nunca falta”, dijo el jugador que formó parte del plantel que logró el oro en Atenas 2004.

Sin embargo y sin ir más lejos, Delfino presenta una recuperación tras ser operado de una hernia inguinal durante el mes pasado: “Quiero estar bien y a la altura de las circunstancias para una grandiosa cita como ésta”. Y, por último, agregó: “Me lo debo como persona y al grupo”.

Federico Alberto (@FedeAlbertOK)